ARTICULO DE LA REVISTA GRECIA:LA ARISTOCRACIA Y EL ARTE

Grecia. Revista de Literatura. Año I, nº 4, 1 de diciembre de 1918, Sevilla, c/ Amparo, 20.
Director: Isaac del Vando Villar Redactor-Jefe: Adriano del Valle.

La aristocracia y el arte
ALFREDO ÁLVAREZ-DAGUERRE
"¿Quién eres tú, tirano y violento Príncipe de la aristocracia sevillana?
Tu alma, la estrella que te guía en la tierra, parece haber existido bajo otros cielos en que el arte brillara con un esplendor inusitado.
Una voz interior me dice que eres, ¡oh divino loco!, descendiente directo de los Médicis, así como también hijo muy amado de Talla.
Desde ahora en adelante, por haber interpretado el Don Juan como muy contados actores lo han ejecutado, en tus cuarteles nobiliarios y sobre campos de azur, figurarán las coronas de los mirtos, las doradas liras, los pavos reales y los cisnes blancos y lunáticos ...
Cabalgarás en el Pegaso blanco de las quimeras y serás anunciado por los heraldos de la Fama a los sones de los más fervorosos clarines, como no lo fue hasta nuestros días príncipe alguno.
Zorrilla, ha debido besar tu serena frente de apolonida y derramar sobre tu cabeza romántica ¡oh divino loco! sus más dulces lágrimas.
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La sala del isabelino teatro de San Fernando, encontrábase asistida de una concurrencia aristocrática. Fulgían las pulidas cabezas de las damas, las de los admirables peinados, consteladas de diamantes, (aljófares entre el oro de las rubias, magas estrellas en los negros cabellos de las morenas); y los escotes ofrecían la suavidad de los hombros de mármol, y los ramos de rosas, en las manos breves, eran ofrendas de olores a la belleza femenina.
Y he aquí, como en medio de tanta magnificencia, mis ojos te seguían extasiados en todas tus actitudes; porque, seguramente, me has hecho vivir, en unas horas memorables, todo el lejano y áureo siglo XVII.
Hasta mí, han llegado versiones distintas de como fuese la figura de Don Juan, pero he aquí, que en ti convergen todas las cualidades y todas las arrogancias impregnadas de un lirismo ultraterreno, de un lirismo que a otro auditorio menos aristocrático del que te contemplaba, le hubiese hecho arrancar exclamaciones de admiración y de entusiasmo.
¡El alma de la aristocracia andaluza se manifiesta fría, como si fuese un bloque de mármol de Pharos, y tú eres la estatua hecha carne, vibrante de artística pasión!
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Acaso un día, en las posibles convulsiones sociales, llegue a temblar en la clepsidra del Tiempo la hora roja de las grandes reivindicaciones; yo entonces diría al Pueblo: "Respetad a ese Príncipe, tirano y violento, el de las cetrerías fastuosas, que tiene la altivez de don Juan, pero que sabe amar, con todo el fuego de su corazón, las claras regiones, floridas de mirtos, por donde camina Talía en su carro de tarsa ..."
ISAAC DEL VANDO-VILLAR

Copia literal extraída de la citada Revista y número indicado, pág. 15.